Sonreír aunque te cueste la misma vida. Comerte el mundo, porque al fin y al cabo, es tuyo. Y vivir, sobre todo vivir, porque nadie más lo hará por ti.
domingo, 27 de noviembre de 2011
Darlo todo, sin ninguna clase de excepción. Salir y gritar, hasta que te oiga la última persona sobre la tierra. No pensar, únicamente actuar sin saber qué vendrá después. No hay reglas, ni límites, ni barreras que te impidan alcanzar aquello por lo que tanto has luchado. Buscar, encontrar o perderte más aun de lo que estabas.
Felicidad en estado puro, brutal, natural, volcánico, qué gozada, era lo mejor del mundo… Mejor que la droga, mejor que la heroína, mejor que la coca, chutes, porros, hachís, rallas, petas, hierba, marihuana, cannabis, canutos, anfetas, tripis, ácidos, lsd ,éxtasis… Mejor que el sexo, que una felación, que un 69, que una orgía, una paja, el sexo tántrico, el kamasutra, las bolas chinas… Mejor que la nocilla y los batidos de plátano… Mejor que la trilogía de George Lucas, que la serie completa de los Teleñecos, que el fin del Milenium… Mejor que los andares de Ally Mcbeal, Marilyn, la Pitufina, Lara Croft, Naomi Campbell y el lunar de Cindy Crawford… Mejor que el pequeño paso de Armstrong sobre la Luna, el Space Mountain, Papa Noel, la fortuna de Bill Gates, las malas experiencias cercanas a la muerte, la resurrección de Lázaro, todos los chutes de testosterona de Schwarzenegger, el colágenos de los labios de Pamela Anderson, mejor que los excesos de Morrinson… Mejor que la libertad…
MEJOR QUE LA VIDA.
MEJOR QUE LA VIDA.
domingo, 20 de noviembre de 2011
sábado, 19 de noviembre de 2011
- Mírame, que fuerte soy. Me resbala si follas o fallas. Si estudias o prefieres trabártelas. Si odias los domingos o si vas hablando mal por ahí de mí. Si eres victoria o fracaso. Si te sigue faltando cerebro o si te sigue sobrando de ahí abajo. No me han quedado cicatrices de la ostia que nos pegamos, ni refugios, ni paisajes. Ni canciones que recordar. He vuelto a nacer y he vuelto atrás. Ahora soy invencible, imperfecta, sincera y rápida.
- Vuelvo a las andadas, que maravilla, ostias, quien me lo diría.
jueves, 10 de noviembre de 2011
Distancia. Palabra definida como el espacio que existe entre dos puntos. En realidad, a nadie le gusta hablar de la distancia. Muchos dicen que es el olvido. Otros que hace la fuerza y la unión. Otros simplemente, creen que ni siquiera les afectaría. Nadie sabe realmente que significa esa palabra hasta que no la tiene en su boca. Hasta que no pierdes a alguien por culpa de unos kilómetros. Que al fin y al cabo, son lo que son, distancia. A nadie le gusta estar lejos de quien quiere y menos con miedo a perderlo. Porque aquí no nos vale el típico, “nunca sabes que lo tienes hasta que lo pierdes” vendría mejor un “sabes lo que tienes hasta que llega la distancia y lo pierdes”. Seguramente muchos sabréis de lo que hablo. Esa sensación, que no se realmente como explicarla. Algo de impotencia y tristeza. Distancia. Sientes que tu lugar no es en el que estás, que necesitas verle, abrazarle. Te gustaría salir de tu casa y marcar 9 números en tu móvil y decir, “nos vemos en 5 minutos en tu portal”. Pero ¿Por qué no? Siempre es lo mismo, distancia. Verle cara a cara, no solo escuchar su voz por teléfono. ¿Cuánto darías por tenerle una tarde? No se que duele más que la distancia. No se que es peor, un querer y no poder o un poder y no querer. Nunca entenderé de que sirve la distancia. Pero siempre te queda la esperanza de que algún día, aunque no sepas cuando, dentro de poco, le tendrás cerca, muy cerca, entre tus brazos. Y ahora, os reiréis. ¿De qué? Sí, de la distancia. Por eso, cuando la gente pregunta ¿Qué es la distancia? Y contestan: espacio que existe entre dos puntos, siempre sonrío. Si realmente supieras lo que es la distancia, nunca contestarías eso.
lunes, 7 de noviembre de 2011
Te quiero, sin reflexionar, inconscientemente, irresponsablemente, espontáneamente, involuntariamente, por instinto, por impulso, irracionalmente. En realidad no tengo argumentos lógicos, ni siquiera improvisados. Sólo sé que te quiero. Nunca pensé que fueras a ser tú, pero lo eres. Eres tú y tu manera de hacer las cosas. Tu forma de mirarme, tu risa, tus gestos, tu pelo. Porque se me acabaron las excusas, y ya no puedo decir: "si tu supieras", porque lo sabes, porque me conoces. Tengo tantas cosas que decirte, que no sé por dónde empezar. Y puede que si me pusiera a escribírtelas una a una, me quede en blanco, lo más seguro. Quizás sea el momento de darte las gracias por todo este tiempo que pasamos juntos, o de dártelas también por el tiempo que nos queda. Es posible que sea el momento adecuado para decirte, asegurarte, que en esta vida ya no quiero otros besos, ni otros abrazos, ni otra voz a la que hablar. No quiero otros sueños, me gusta lo que sueño. Porque mi vida empezó el día en que te conocí: tú me enseñaste a vivir.
sábado, 5 de noviembre de 2011
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